Congelar guisantes: cómo mantenerlos en el congelador

Prepare los guisantes para congelar y congelar.

Cuando los guisantes redondos se puedan identificar claramente y sentir debajo de la piel de la vaina, es hora de sacarlos y congelarlos. Esto se hace en cuatro pasos:

  1. Romper las vainas de los guisantes y sacar la pulpa de los guisantes.
  2. Pon los guisantes en agua hirviendo con sal durante dos minutos.
  3. Remoje los guisantes escurridos en agua helada por un momento para pausar el proceso de cocción y mantener las legumbres de color verde.
  4. Los guisantes escurridos se colocan ahora en un congelador adecuado y luego en el congelador. Las bolsas para congelador, las bolsas de algodón y las cajas de plástico o acero inoxidable con cerradura son igualmente adecuadas.

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Los guisantes congelados se pueden conservar durante aproximadamente un año. Cuanto más tiempo se almacenan, más vitaminas y aroma pierden.

Congelar guisantes dulces

Los guisantes son tan tiernos que se pueden comer enteros. Se cosechan muy jóvenes, por lo que los guisantes de azúcar que crecen en ellos todavía son pequeños.

Puede congelar los guisantes dulces, así como la médula o los guisantes. Antes de blanquear, lave las vainas y corte la base del tallo con un cuchillo afilado.

Descongelar guisantes congelados

Dependiendo de cómo se utilicen, tiene varias opciones para descongelar los guisantes congelados. Dado que los guisantes son muy pequeños y las vainas muy finas, la descongelación se realiza en unos minutos.

  • Es rápido y fácil si pones los guisantes en agua caliente con sal y los cocinas durante unos cinco minutos.
  • Para platos fritos, sopas o, por ejemplo, risotto, puede agregar los guisantes congelados al plato preparado unos minutos antes de que finalice el tiempo de cocción.
  • Los guisantes congelados también se pueden descongelar en el microondas: colóquelos en un recipiente apto para microondas y vierta un chorrito de agua sobre los guisantes. Sin embargo, la descongelación tardará más en el microondas que en la cacerola.
  • Si necesita los guisantes para un plato frío, puede descongelarlos suavemente colocando el congelador en el refrigerador durante la noche. El enfriamiento constante evita que los gérmenes dañinos se depositen en los guisantes si se van a consumir sin calentar.